Sergio Barreto y Bruno Mesa son dos autores que han indagado en diferentes géneros literarios. Su conversación, atravesada por diversas cuestiones, desvela un interés en debatir la posibilidad de atravesar -o no- el territorio fronterizo que desborda los géneros y alcanzar el milagro de la literatura a través de la escritura de riesgo o literatura no pactada.
Tercer diálogo de Río de brisa: Sergio Barreto y Bruno Mesa
El hecho de que la literatura tenga una naturaleza flexible no significa que los autores se inclinen a considerar que narrativa y poesía es lo mismo, al menos sin matices. Bruno Mesa reconoce que le apasiona transgredir los géneros literarios, atravesarlos y traspasar las fronteras; o al menos situarse -o intentarlo- en esos territorios fronterizos. Sin embargo, Sergio Barreto manifiesta que en su obra la narrativa y la poesía responden a territorios de compromiso diferentes y, aunque haya elementos que coexistan, el procedimiento creativo y el producto de ese quehacer difieren.
En la narrativa Sergio puede inventarse, convertirse, transformarse. Su preocupación es el personaje aunque este solo surge a partir de su yo. No obstante, en la poesía confiesa que se descubre. Así hay una relación psicológica muy clara que marca la diferencia entre los géneros literarios para este autor: en la narrativa se inventa y en la poesía se descubre. Esta posibilidad de desplegar un gran abanico identitario es lo que Bruno Mesa define como la disgregación del yo. El hecho de entrar en la mente de otro, ser otro, pero a la vez desarticular internamente ese yo; es cavar, concluye. En este sentido, ambos autores se descubren en un continuo proceso de construcción.
En este continuo proceso de construcción la búsqueda del “milagro de la literatura” es algo que les apasiona a los dos. Tanto Bruno Mesa como Sergio Barreto reconocen que la literatura tiene algo de milagroso cuando se produce una sintonización entre una obra y tu persona, cuando llega a tus manos un producto literario que parece que está destinado a ti, escrito por y para ti. Esta conexión es a nivel de lector, pero ¿es la búsqueda de este milagro literario lo que les motiva a ser escritores?
Otro de los grandes temas de esta conversación reposa en lo que Sergio Barreto denomina “la escritura de riesgo” y Bruno Mesa señala como “literatura no pactada”. Ambos coinciden en la dificultad de llegar a un amplio número de lectores independientemente de si se publica en Canarias o en la Península, máxime cuando sus obras no responden a un canon comercial o no va por los cauces modales. En este sentido, hay obras que siempre serán poco leídas porque no hay un pacto previo con la persona lectora, sino un compromiso con las palabras. En este tipo de producción literaria “hay algo de náufragos”, confiesan; pues se lanza un mensaje sin tener la certeza de ser recibido. Este quehacer renueva la literatura y parte de un compromiso profundo, pero con ello se corre el riesgo de pasar, como quien dice, sin pena ni gloria por el mundo.
Este “pasar desapercibido” es un rasgo característico de la literatura canaria. Ambos autores confiesan que su vara de medir pasa por la calidad literaria y que ahí no hacen distinciones en predilección de autores o autoras canarias o foráneas. La calidad es la calidad, pero también reconocen que hay numerosos autores y autoras canarias de gran valía prácticamente desconocidos. Esta ignorancia debe ser combatida y en ello tenemos parte de responsabilidad: debemos reivindicar el valor de determinados autores y autoras del Archipiélago y situarlos internacionalmente.
Asimismo, se debate sobre si la literatura canaria tiene una trayectoria rastreable, identificable y con rasgos característicos. Podemos hablar, por tanto, de “literatura canaria” y observar cómo determinadas historias e influencias la atraviesan. En este sentido es donde el territorio adquiere más importancia ya que, según explican, la literatura canaria está impregnada de este territorio y del tiempo en el que se produce. En esta trayectoria que se identifica, hay un elemento que se señala como apasionante y es el momento actual, donde autoras y autores jóvenes como Aida González Rossi y Yeray Barroso (por citar algunos ejemplos) están en pleno proceso de aportar o definir nuevos valores a la literatura canaria. Sergio Barreto ve un reto el historiografiar estas nuevas creaciones y definir esos nuevos valores. Se pregunta si existe la posibilidad de acoplar esos nuevos valores a las tradiciones literarias que se han dado a la vez que subraya, junto con Bruno Mesa, que estos nuevos autores y autoras están transformando la literatura y la propia tradición.
Conociendo un poco más a Sergio Barreto y Bruno Mesa
Bruno Mesa. Ha publicado los libros de poesía El laboratorio (Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe a la Joven Creación), Nadie, El libro de Fabio Montes y Testigos de cargo; el libro de relatos Ulat y otras ficciones, que incluye un texto ganador del Premio Internacional de Relato Breve Julio Cortázar; la novela El hombre encuadernado; el libro de ensayos Argumentos en busca de autor; y el cuaderno de viaje No guardes nada en tus bolsillos. Por otro lado, ha traducido poemas de Giorgio Vigolo, Camillo Sbarbaro, Paolo Febbraro y Eugenio Montale.
Sergio Barreto. Este escritor, entre otras cosas, ha publicado el poemario Los centinelas (Ed. Idea 2011). En 2013 presentó junto al poeta Iván Cabrera Cartaya la colección de poemas Sangre de eclipse (Fundación Mapfre Guanarteme, 2013) durante el Día de las Letras Canarias. Ha obtenido los premios Emeterio Gutiérrez Albelo (2012) por Libro del Observatorio, Benito Pérez Armas de Novela (2015) por Vs. (Ed. Salto de Página) y Las Justas Poéticas de Laguna del Duero de Valladolid (2016) por el poema Roma no es bella.
Proyecto Río de brisa
Río de brisa es un proyecto que toma su título de un verso del poeta Félix Francisco Casanova y que reúne a ocho escritores y escritoras del Archipiélago para propiciar un espacio de reflexión sobre temas diversos relacionados con la literatura. El número total de los diálogos son cuatro, cada uno integrado por dos personas, en los que se abordan cuatro temas sobre los que las personas invitadas dialogan. Han participado: Nira Rodríguez y Pablo Alemán, Tayri Muñiz y Antonio Puente, Aida González Rossi e Iván Cabrera Cartaya, Bruno Mesa y Sergio Barreto.
Con este proyecto se pretende fomentar el debate cultural y recuperar, en cierta medida, espacios de reflexión y diálogo que tanto se han echado en falta estos dos últimos años: la conversación como el germen de todo movimiento cultural. Por ello, este proyecto pretende ser como una especie de hora del café de la literatura, donde todo se puede dar, donde hay un tema de inicio pero son los y las participantes quienes hacen suya la conversación.
Las personas que están detrás de Río de brisa son:
- Realización: Stefan Vilches
- Grabación y edición: Stefan Vilches y Roberto Díaz
- Contenido Yeray Barroso
- Producción: Alejandra Nexans De Sandez