El viaje de Olivia Stone y su esposo, transcurrió de septiembre de 1883 a febrero de 1884, y de él, de las anotaciones de sus impresiones y las reflexiones que le suscitaron, resultó la obra Tenerife y sus seis satélites, traducida en 1995 y editada por el Cabildo de Gran Canaria. Esta obra, ahora mismo agotada, nos permite identificarnos en lo más profundo de nuestras raíces, pero desde la perspectiva que da el tiempo y una visión externa.
En la primera parte de esta serie de artículos que Alegando! Magazine hace públicos, ya hablamos de algunos aspectos relacionados con las características físicas de nuestro territorio: el tiempo atmosférico que encontró, y la disponibilidad y usos del agua.
En esta ocasión, abordaremos un aspecto muy relevante‚ porque vamos a conocer los condicionantes que determinan en buena medida el carácter, las condiciones de vida y la cosmovisión de una parte significativa de la población. Conoceremos la situación de las mujeres. ¿Cómo se veían las mujeres canarias a ojos de Olivia Stone en los años 1883 y 1884?
El encierro como herramienta de control moral a las mujeres canarias según Olivia Stone
Las mujeres en Canarias sufren de manera acusada las desigualdades de género de una sociedad fuertemente patriarcal, moralista y religiosa, y aunque depende fuertemente del estrato social al que pertenezcan, todas ellas están muy controladas socialmente. Por ejemplo, las mujeres de condición burguesa se han de someter a un estricto encierro, sobre todo durante el tiempo que dure su soltería. Una vez casadas, unas y otras se deben poner al servicio de sus esposos y sus familias.
Olivia Stone, al igual que ocurre con otros viajeros que también escribieron sobre Canarias (la Dra. Teresa González Pérez, en su trabajo La mirada europea: huella de mujeres canarias en los libros de viajes, aborda este tema de forma amplia) hace notar el exceso de control que pesa sobre las jóvenes, y se manifiesta en reflexiones que reitera en varios capítulos del libro. Por ejemplo:
Olivia Stone, 1995
El limitado acceso a la cultura de las mujeres canarias del siglo XIX
Tanto a las chicas de clase media como a las más humildes les es vedado el acceso a la cultura y a cualquier aprendizaje que diste de aquellas funciones que les son asignadas por género. En el segundo caso, obviamente, con más razón dado el nulo acceso de la mayoría de la población campesina a cualquier tipo de instrucción. El hecho de no participar de la vida pública, tanto por el encierro como por el limitado acceso a la cultura, causa que:
Olivia Stone, 1995