Julio Cortázar tuvo la audacia de convertir al monstruo en poeta en su obra de teatro Los Reyes (1949). Él veía a Teseo como un fascista, según sus propias palabras, que acataba la orden fatal del rey de Creta de asesinar al Minotauro, negándole todo lo que tenía de humano. Esta premisa de inversión del mito la hereda el cortometraje de animación Minotauro, del estudio grancanario Perruncho Studio.
Realizado y escrito por el director creativo del estudio, Enrique Diego, con la animación en stop motion de Dani Hache y música de Neonymus, es una de las joyas escondidas del cine canario, y un aliento energizante para la animación dentro del archipiélago. Desde su estreno en 2019, ha pasado por más de 40 festivales nacionales e internacionales, como el Festival Mundial de Cine de Veracruz, en el que se llevó el premio de animación, o por supuesto el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.
La historia toma el mito de Teseo y el Minotauro, contado en Las Metamorfosis de Ovidio, y lo reinterpreta con amabilidad. En el mito griego, el Minotauro es un monstruo, con el que Poseidón pretende castigar a Minos, rey de Creta, porque no ha sido capaz de cumplir el juramento de matar a un toro. Entonces hace que el Toro de Creta y la reina Pasífae tengan un hijo: el Minotauro. Cuando crece, el rey Minos lo manda encerrar en un laberinto imposible de resolver. Entonces, Teseo de Atenas, héroe aguerrido, llega a Creta y la princesa Ariadna le suplica que vaya a matar al Minotauro. Con una cuerda que sostiene Ariadna en el exterior para que Teseo pueda volver por donde ha venido, éste se adentra en el laberinto y mata al Minotauro. Ese es el mito clásico.
En su corto, Enrique Diego, como Cortázar, convierte al Minotauro en un moderno Prometeo al devolver la sensibilidad y la humanidad. Al aparecer Teseo en su cárcel de mármol, el Minotauro expresa su miedo, su soledad, la injusticia de que le hayan prejuzgado como una criatura maléfica. Como el prisionero del famoso romance, el Minotauro maldice su suerte y a Dédalo, el arquitecto astuto que edificó tal laberinto. Teseo, más que apiadarse por su bondad, comprende por su sentido de la justicia, y no se ve capaz de matar al Minotauro. En vez de eso, lo que hace es cortarle los cuernos para que pueda pasar desapercibido entre la gente y continuar en paz su vida. Todos somos monstruos y todos somos humanos, y en ambos casos nuestra apariencia es simplemente una trampa.
Las voces de los veteranos actores de doblaje Camilo García (Anthony Hopkins) como el Minotauro y Pere Molina (Gary Oldman) como Teseo, para un guion que parece un poema épico, son una de las características artístico-formales de este corto magistral. Una animación stop motion extraordinaria, que recuerda más al estilo Guillermo del Toro, al impresionismo, que a Wes Anderson; una fotografía, del propio director y guionista, enormemente expresiva y bella; o una síntesis de elementos tanto en lo visual como en lo temático que demuestra una capacidad para el guion muy desarrollada, son algunos de los motivos que hacen a este Minotauro un pequeño regalo para quien se asome a su laberinto.
Algunos datos sobre la película Minotauro, de Enrique Diego
Título: Minotauro
Duración: 108 min
Género:: Intriga, Thriller
Año: 2001
Dirección: Enrique Diego
Guion: Enrique Diego
Prodycción: José Ángel Díaz
