Desde hace varios años se ha desarrollado en Canarias una interesante controversia en torno a los cuadros del pintor palmero Manuel González Méndez ubicados en la sala de plenos del Parlamento de Canarias. Su polémica, que se ha ido reactivando de forma caprichosa a lo largo de las últimas cuatro décadas, ha tenido una reanimación debido a la celebración de la hispanidad y a la destrucción de esculturas dedicadas a Cristóbal Colón por toda América.
Los lienzos que rematan la sala del Parlamento son dos: La fundación de Santa Cruz y La entrega de las princesas. En el caso del primero de ellos, La fundación de Santa Cruz, es claro deudor de la pintura dedicada a la fundación de Santa Cruz realizada por Gumersindo Robayna. Mientras que el segundo, al igual que hiciera Antonio de Viana en sus poemas, rememora la rendición de los guanches y el inicio de un proceso de aculturación y mezcla. En ese sentido, habría que recordar la frase de M. Osuna y Van Den-Heede: “Nivaria apareció como el baluarte en que se defendía la independencia, ya perdida en las demás islas, de una nación valerosa; y cuando mezclados ya vencidos y vencedores forman el moderno pueblo afortunado” (Hernández Socorro & Luxan Meléndez, s.f.).
Durante el final del siglo XIX y principios del siglo XX, la pintura histórica tendrá un desarrollo notable en Canarias. Los regionalistas marcaron muchísimo la idea romantizada y ensalzada del guanche, mientras al mismo tiempo subrayaban la subyugación de este pueblo, resaltando los valores de la conquista y el orgullo por pertenecer a la corona. Y es que, la frase citada, representa fielmente el sentimiento de la pintura histórica de Canarias y puede ser una expresión resumida de la ideología conservadora del regionalismo: fuertes vencidos e imperiales vencedores.
Así pues, bajo estos principios, Manuel González compone sus dos pinturas sobre la conquista ubicadas actualmente en el Parlamento de Canarias.
Historia de la representación histórica
La primera representación de los indígenas de Canarias se desarrolla en el libro Le Canarien, donde el majo (indígena de Lanzarote y Fuerteventura) se configura como un sujeto salvaje, y donde la evangelización constituirá un papel fundamental al servir como elemento de transformación civilizatorio.
La siguiente manifestación que encontramos se da más de un siglo después con las representaciones de Leonardo Torriani. Estas han servido como fuente principal hasta hoy en día para ayudar a imaginarnos las vestimentas de los antiguos habitantes de las Islas. Son, sin duda, representaciones con un carácter histórico y no un emblema de una supuesta “gesta” –que tiene poco de heroico y mucho de desalmado–, como sí lo fueron las representaciones publicadas de la conquista de Jean de Béthencourt y Gadifer de La Salle.

De por medio tenemos un ideal representativo vinculado al regionalismo y, este a su vez, sirve como canal evocador de las ideas del Romanticismo y el Naturalismo.
Dos corrientes artísticas que se proyectan dentro de Canarias de una forma conservadora y que intentan generar un marco donde se resalte lo tradicional, buscando para ello la belleza bucólica del paisaje o recurriendo a romantizaciones de nuestra cultura que enfatizan y exageran los rasgos de nuestras costumbres, paisaje e historia, confundiendo así nuestros rasgos identificativos.
Las obras sobre la conquista se han caracterizado precisamente por la idealización del aborigen, en estrecha relación con lo que se hizo en Europa durante la corriente del romanticismo; y por la exaltación de la conquista. En ambas partes nos encontramos con una ficción que se ha prolongado hasta nuestros días y que no se corresponde a la auténtica realidad histórica que ha vivido Canarias, ya que nos ha llegado el relato de forma extremadamente mitificada y con una nula escala de grises.
En la pintura han pervivido en gran medida las obras situadas desde el punto de vista del colonizador –del vencedor– y menos del vencido, como sí ha podido hacer la literatura. De igual forma, la pintura estará muy influenciada por el poemario Antigüedades de las Islas Afortunadas (1604) de Antonio de Viana, como es el caso del mural situado en el Ayuntamiento de La Laguna realizado por Carlos de Acosta (1764), donde la Virgen de Candelaria sirve como nexo de unión entre colonos e indígenas y como un elemento pacificador, hablando al mismo tiempo –y casi sin quererlo– del proceso de evangelización.
En la pintura han pervivido en gran medida las obras situadas desde el punto de vista del colonizador –del vencedor– y menos del vencido



No sería hasta bien entrado el siglo XX cuando algunos artistas canarios comenzarían a indagar sobre su Yo y por lo tanto sobre la identidad canaria. Óscar Domínguez en Cueva de guanches se autorretrata de manera surrealista pescando en su pasado, donde se desfigura el tema aborigen, reconociendo con ello que el guanche forma parte de su identidad –recordemos que en París, algunas personalidades como André Bretón lo conocían como “El Guanche” –.
Pero sin duda los artistas que fueron más allá, rescatando la pintadera, la momificación y otros elementos de la cultura indígena de Canarias, fueron Manolo Millares y Martín Chirino. Ambos recuperaron a través del poder de la abstracción un imaginario del pasado, creando al mismo tiempo nuevos iconos de identidad y convirtiéndolos y haciéndolos comprensibles para el resto de civilizaciones. Fueron de los primeros artistas en entender que nuestra cultura también podía ser universal.

El pintor de los cuadros del Parlamento de Canarias: Manuel González Méndez

Como reconocimiento a su labor como artista fue nombrado Caballero de la Orden de Isabel la Católica, por su labor dentro del territorio nacional. También recibiría otras distinciones por parte del gobierno francés.
En la etapa final de su vida pintaría sus dos cuadros más conocidos y polémicos: La Fundación de Santa Cruz y La entrega de las princesas. Para muchos son dos cuadros poco representativos del pintor, pues son “considerados de pobre factura por la historiografía artística” (Hernández Socorro & Luxan Meléndez, s.f.); mientras que para otros son un símbolo a proteger como es el caso de la Real Academia de las Bellas Artes que la considera el mejor ejemplo de la pintura romántica tardía en Canarias.
Los cuadros del Parlamento de Canarias


Conclusiones
Entendiendo qué nos cuentan -y cómo nos lo cuentan- estos dos hechos de la conquista narrados en los lienzos, ahora debemos comprender desde dónde nos cuentan esto.
Las modernas reivindicaciones que están apostando por crear nuevos modelos historiográficos, así como por derribar aquello que se cree sobre los falsos héroes –como por ejemplo con Colón– podrían tener un nuevo foco desde Canarias.
Si dotamos de sentido a estas reivindicaciones sucedidas en América –también en Europa con los ataques a monumentos de Leopoldo II– igualmente podemos reivindicar la falsa idealización a algunas personalidades consideradas héroes o mártires en el archipiélago. No se trata tanto de cambiar la historia, sino de dejar de glorificar figuras por su involucración en guerras, matanzas y conquistas. No se trata de buscar nuevos ídolos a los que glorificar, se trata de respetar lo sucedido y de velar porque se conozca lo ocurrido.
Debemos entender que las imágenes que nos han llegado de la conquista, tal y como define Jonathan Allen en Iconos de Guerra y Paz de la Pintura Canaria, quieren “asegurar una inmovilidad conservadora de las relaciones laborales y sociales en beneficio de terratenientes, de antiguos Gobernadores Generales y actualmente de un territorio ideal de turismo” y por ello tenemos “muy pocas imágenes reales derivadas de la no-manipulación mediática”. Es decir, que en nuestro imaginario solo hay una exacerbada idealización de lo sucedido.
Por otro lado, los informes de la Real Academia, entre otras tantas cuestiones, han velado por la conservación de los lienzos donde están. Además, la ley los protege. El edificio del Parlamento de Canarias es considerado BIC (Bien de Interés Cultural) por el Gobierno de Canarias, por lo que repercute también en lo que hay en su interior. Por eso la cuestión de los lienzos y su debate no es tan sencillo de abordar, y eso conlleva que se hayan considerado otras propuestas, siendo la más factible de todas ellas la de taparlos con unas cortinas cuando se celebren sesiones en la sala.
Y tú, ¿qué piensas respecto a los cuadros del Parlamento de Canarias? ¿Crees que deberían seguir ahí o habría que buscarles otro lugar?
Bibliografía
Allen, Jonathan. Iconos de Guerra y Paz en la Pintura Canaria. ULPGC. https://accedacris.ulpgc.es/bitstream/10553/2979/1/0234608_00000_0009.pdf
Hernández Socorro & Luxan Meléndez. La conquista de Tenerife, su transcripción pictórica y posibles fundamentaciones literarias. ULPGC.
GEVIC. Claves de la literatura canaria. https://www.gevic.net/info/contenidos/mostrar_contenidos.php?idcat=25&idcap=238&idcon=2091
GEVIC. La pintura canaria en el Siglo XX. https://www.gevic.net/info/contenidos/mostrar_contenidos.php?idcomarca=-1&idcon=645&idcap=172&idcat=18
González, Lorena. ¿Qué pintan esos dos cuadros en el Parlamento canario? https://tiempodecanarias.com/que-pintan-esos-dos-cuadros-en-el-parlamento-canario
RACBA. Manuel González Méndez. https://racba.es/museo-historico-virtual/gonzalez-mendez-manuel/
LAS PINTURAS DE GONZÁLEZ MENDEZ,ESTÀN BIEN DÓNDE ESTÁN,ES PATRIMONIO DE LA CIUDAD.HA ENTRADO UNA FIEBRE ACULTURAL EN ESTE PAIS QUE TODO LO QUIERE MOVER,DESTRUIR ETC.la historia ocurrió así.por qué nos empeñamos en cambiar las cosas.estas son como son y no como uno quiere que sean.