Yaiza Afonso Higuera
De chica, aprendí a expresarme con libertad. Era normal bañarnos desnudas en el patio, caminar descalzas por el fango, expresarnos al no censurar nuestros cuerpos, al no taparnos y mostrarnos tal y como éramos.
Recuerdo escuchar en mi casa ideas imposibles, palabras que yo trataba de reproducir en el colegio. Para mis compañeros y compañeras eran fantasías, inventos, mentiras…, pero eran verdades de las mentes abiertas, sueños que me ayudaron a ser yo, libre para entender las diferentes formas de amar.
Ser una misma es todo un privilegio, encontrar la voz y despertar de la caverna.
En estos días no he hecho sino escuchar a personas hablar sobre la libertad de expresión. ¿Es libertad de expresión el comentario del obispo que llama pecadoras a las personas homosexuales?
“Pecado mortal”, recalcó.
Solo faltó decir qué clase de castigo merecen por amar.
Cuando una persona con un cargo, declara cosas como estas, no está usando su libertad de expresión, está atentando contra la libertad de ser de las personas, está abriendo la puerta para que se ataque a un colectivo que lucha por sus derechos. Está dándole excusas a los intolerantes para que sigan siéndolo. Y está obviando las leyes, que defienden las desigualdades, que construyen espacios de tolerancia.
Escucho la noticia de que el obispo se disculpa, es normal tras la avalancha de repudias, tras su viaje a ver a un papá que ha declarado:
“Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia”
Me alegra su disculpa señor obispo, pero por favor, no haga más daño.
✍️La firma invitada de #HXHLaPortada Yaiza Afonso (@yaizaafonsossp)
🗣️»Me alegra su disculpa señor Obispo pero, por favor, no haga más daño» pic.twitter.com/w1Zs0dV3qz
— Radio Club Tenerife (@radioclubSER) January 25, 2022