'; ; Las cabañuelas en Canarias ✅ Meteorología tradicional
Las cabañuelas

Las cabañuelas, ‘Cómo leer los mensajes del cielo’

Y el Pruden (…) ascendió penosamente a la cárcava y, una vez en la meseta de tomillos, llamó al Nini a grandes voces:

– Nini, rapaz – dijo cuando éste apareció en la boca de la cueva, desperezándose -, esa calima no me gusta. ¿No amagará el nublado? (…)

– Hay niebla y la brisa es sur – dijo el niño pausadamente -. Las hormigas de alas andan en danza. Si antes de mediodía no cambia el viento, de aquí a mañana tronará.

Estas líneas son un pequeño pasaje de ‘Las Ratas’, la novela de Miguel Delibes de 1962, que suele ser referencia constante cuando alguien describe la dureza del campo. Ilustran muy bien, las líneas digo, dos cosas: que la pluma de Delibes era certera, implacable y extraordinariamente hermosa; y que en el medio rural estaban (y están) sumamente enraizados los métodos naturales de predicción meteorológica.

El campo, por razones evidentes de cosecha y subsistencia, es un universo doblegado a los caprichos del clima, y sus habitantes han desarrollado sorprendentes habilidades de comprensión y lectura de su entorno. Una aureola alrededor de la Luna predice lluvia. Si al mirar al cielo en un día nuboso, vemos que el Sol se divide en tres al filtrarse por la nube, dentro de tres días llegarán los chubascos. En el pasaje de Delibes se hace referencia a una creencia común en los campos castellanos, la de que, si las hormigas aladas tienen un movimiento pausado y ordenado, se acerca el final del verano. Y en Canarias tenemos las cabañuelas.

El halo lunar se crea cuando hace tanto frío que se cristalizan las nubes ligeras suspendidas en la atmósfera.
Fuente: Alyn Wallace Photography.
El halo lunar se crea cuando hace tanto frío que se cristalizan las nubes ligeras suspendidas en la atmósfera. Fuente: Alyn Wallace Photography.

¿Qué son las cabañuelas?

Hagamos dos aclaraciones o advertencias antes de entrar en materia. Primero: las cabañuelas no tienen ningún tipo de fundamento científico. Segundo: si bien las cabañuelas forman parte del folclore ancestral de Canarias, no son exclusivas del archipiélago. Fin de la cita.
Empecemos la casa por el tejado. Antes de explicar de dónde vienen las cabañuelas, veamos qué son y cómo funcionan. Las cabañuelas son un método de predicción meteorológica a largo plazo, normalmente se realizan en mitad de un año para predecir el trimestre o incluso el año siguiente, basado en el comportamiento del clima en momentos determinados del año. Bajo esa definición podría entrar una infinidad de cosas, pero las cabañuelas constan de procedimientos muy específicos, únicos. Tomen lápiz y papel. Vamos a ver los métodos principales.

  • Cálculo por minutos
  • El mayor impulsor y conservador de este método, y en general de la práctica de las cabañuelas, en Canarias y en España fue el recientemente fallecido Horacio Dorta, fundador de la Asociación Española de Cabañuelas y Astrometeorología, y Premio Tenerife Rural a la Conservación del Patrimonio Agrario y de las Tradiciones Rurales. Jamás faltaba a su cita con las cabañuelas. Cada trimestre, los días 21 con cada cambio de estación, juntaba a un grupo de compañeros y personas curiosas en alguna zona alta de Los Silos, en el norte de Tenerife, a la caída de la noche. En el lapso de media hora, entre el final del día 20 y el comienzo del 21 (en diciembre y en marzo se realizan una hora antes, pues se aplica el famoso cambio horario), miden el comportamiento minuto a minuto del viento, la lluvia, la humedad, la temperatura, el comportamiento de la mar… Con ello hacen una predicción del clima de los siguientes tres meses. El primer minuto, equivale a tres días de la nueva estación. El siguiente minuto, los siguientes tres días. El siguiente, los siguientes tres, y así hasta completar la media hora, y con ella los noventa días de la estación.

    Según la sabiduría popular, algunos de los signos con sus significados son: el cielo nublado en las cabañuelas implica nubes y posibilidad de lluvias en el futuro, pero cielo despejado significa buen tiempo. Viento del norte significa que hará un frío de helarse los pies, sin embargo, viento del este vaticina un periodo más bien seco. ¿La mar en calma-chicha? La próxima estación hará calor y bochorno, pero si hay oleaje y el agua está clara y transparente, vendrán días de sol con eventuales tormentas. Y en cuanto a la temperatura, ¿hace bochorno en las cabañuelas? Pues prepárense para ola de calor. Pero si, por el contrario, tenemos aire templado, vendrán días de buen tiempo.
    Es decir, ejemplo práctico, si a las 23:01 de las cabañuelas de enero tenemos, por ejemplo, viento nordeste, menos de 10 grados centígrados, mar picada y claridad en la bóveda celeste, esto nos dice que tendremos buen tiempo, por lo general despejado, aunque con vientos fríos y secos, y alguna que otra tormenta, al comienzo de la segunda quincena de febrero. Tómense un minuto para procesar todo esto.
    Así se va mirando atentamente el reloj mientras se van anotando las condiciones climáticas concretas, para más tarde hacer los cálculos, las predicciones y en última instancia tomar decisiones de cara a la cosecha. Estas cabañuelas se llaman también ‘cabañuelas marinas’, por ser las que típicamente realizan los marineros durante sus largos periodos en alta mar.

    Horacio Dorta. Fuente: Daute Digital.
    Horacio Dorta. Fuente: Daute Digital.
  • Cálculo por horas
  • Éste es un método profundamente arraigado en ciertas regiones de la vida rural de El Hierro, principalmente en la localidad de Sabinosa, y se realizan una vez al año, en la madrugada del 28 de octubre, San Simón.. Se las conoce, por tanto, como Cabañuelas de San Simón.
    En este caso, el procedimiento es similar, pero se vaticina el clima y las lluvias en general a lo largo del siguiente año completo, y se mide equiparando horas con meses. A los expertos en las lecturas predictivas del cielo se les llama “perlos”. Los perlos suben a alguna zona alta a las 00:00 del día 28, y anotan sus mediciones hora a hora hasta las 12:00 del mediodía. Doce horas para doce meses. De las 00:00 a la 01:00, enero; de la 01:00 a las 02:00, febrero…

  • Cálculo por días
  • Hablamos ahora del procedimiento más habitual en el resto de España, que además suele llevarse a cabo en agosto.. En este caso, en vez de asignar minutos u horas a los meses venideros, se asignan días completos. La otra particularidad de este tipo de cabañuelas es que se realizan de dos tandas, por así decirlo. Están las cabañuelas que van del día 1 al día 12 de agosto, asignando cada día a cada mes de forma evidente, el 13 se salta, tal vez por cuestiones de superstición, pero a partir del día 14 y hasta el 25 de agosto vienen las que se conocen como “retornadas”, pues el 14 corresponde a diciembre, el 15 a noviembre, el 16 a octubre… Es decir, se hacen dos predicciones para cada mes en dos momentos diferentes del mes de agosto, y el resultado del vaticinio será la unión de las dos, o la confirmación de la primera.

  • Cabañuelas de sal
  • Existe asimismo una clase de cabañuelas muy peculiar y mucho menos reconocida. Se desarrolla también en el norte de Tenerife, y consiste en poner en el suelo doce montoncitos de sal, en círculo, en lo alto de alguna zona despejada de frondosidad. Transcurrido un tiempo razonable, unas horas, o en algunos casos toda la noche, se comprueba si se han derretido o no los montoncitos de sal.. Derretir es el término que los perlos de la sal emplean, pero en realidad lo que ocurre es que se disuelven con la lluvia. Si se disuelven todos los montones, habrá lluvia todos los meses del siguiente año. Hay algunos disueltos y otros no, la lluvia será moderada. Si todos están en pie, será un año como mojama.

Borrasca Filomena en enero de 2021, Ávila. Algunas cabañuelas han predicho un destino parecido para el invierno en 2023. Fuente: Diario de Ávila.
Borrasca Filomena en enero de 2021, Ávila. Algunas cabañuelas han predicho un destino parecido para el invierno en 2023. Fuente: Diario de Ávila.

El origen de las cabañuelas

Existen cabañuelas en casi todos los confines del mundo. Pero, principalmente, se les asignan dos orígenes: uno se encuentra en las culturas maya y azteca, y data de hace unos 40.000 años; el otro origen lo encontramos en España, hace bastante menos. Empecemos una vez más por el final.

Los judíos de la España medieval y musulmana eran una comunidad muy importante. En los meses de septiembre y octubre celebraban (y celebran) el Sucot, una festividad bíblica que dura alrededor de una semana, y que pretende rememorar los 40 años de peregrinación del pueblo judío por el Sinaí. Son días de compañía austera y precaria, simbolizada en las pequeñas covachas en las que pasan la noche durante la celebración, en la que también hacen ritos de predicción meteorológica, como los que hacían los peregrinos de camino a la Tierra Prometida. A la fiesta del Sucot se la conoce en castellano como “Fiesta de los tabernáculos”, o “Fiesta de las cabañas”, pues Sucot significa cabaña, y de cabaña, cabañuela.

Familia judía almorzando en su cabaña durante el Sucot. Fuente: Jean-Frédéric Bernard. ‘Ceremonies of Jews and Catholic Christians’, 1723-1743.
Familia judía almorzando en su cabaña durante el Sucot. Fuente: Jean-Frédéric Bernard. ‘Ceremonies of Jews and Catholic Christians’, 1723-1743.

Esta práctica está extendidísima en países de América Latina. Por ejemplo, en Colombia tienen una enorme importancia no solo las cabañuelas climatológicas, sino lo que se llaman las cabañuelas espirituales, que se suelen llevar a cabo la noche del 31 de diciembre, y tienen como objetivo atraer o pronosticar un año dichoso. En muchos países de América Latina también creen que el origen de las cabañuelas es español, sin embargo, en México está bastante probado que sus cabañuelas tienen un origen precolombino. Según ellos, las adoptaron de los aztecas, que a su vez las habían asimilado de los mayas, una civilización que, entre los legados antropológicos más espectaculares que nos dejaron tenemos un famoso calendario en el que predecían eventos naturales con una precisión increíble. El calendario azteca tiene muchas similitudes con el calendario maya, y en ambos sucede que los primeros 18 días de enero servían para vaticinar la climatología del resto de meses del año. Y es que ambos calendarios estaban formados no por 12 sino por 18 meses.

Calendario maya. Fuente: Pinterest
Calendario maya. Fuente: Pinterest

En Canarias existe un término muy pintoresco: el “aberrunto”. Etimológicamente, viene de “abarruntar”, que no es más que la clásica adaptación de un significante español a un término que pueda considerarse como un canarismo, en este caso “barruntar” por “abarruntar”. En lingüística se conoce como epéntesis a este fenómeno, por el cual añadimos letras o fonemas a palabras de forma innecesaria, pero ese tema lo dejaremos para otro artículo. La cuestión es que los aberruntos son precisamente un pronóstico popular para prever las condiciones del tiempo, basados en la observancia de las señales del momento. Son muy populares en Fuerteventura, y están integrados en el tejido socio-cultural isleño como el pigmento de la piel. Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del … (ya saben), en septiembre, quien tenga pan que siembre, o si el Teide se pone toca, recojan la ropa, son ejemplos clásicos de aberruntos.

A partir de tres días, es mentira

No se puede calcular el tiempo que va a hacer en un lugar a partir de los tres días. Es así, es un hecho. Y la razón es que la climatología es lo que en física se conoce como un sistema caótico. Un sistema caótico es un proceso en el cual una mínima variación en las condiciones iniciales, transforman el estado final o el resultado de forma masiva, con lo que hacer una predicción a largo plazo resulta imposible, porque todos los elementos del sistema se afectan entre sí. ¿Qué es un sistema no caótico, o determinista? Un péndulo. Sabemos que, si dejamos caer el péndulo de un reloj, el pesado disco trazará una trayectoria curva y, al llegar al punto más alto, habrá perdido su energía, frenará, y caerá de nuevo. El resultado será que volveremos a tener el péndulo en la mano, volverá a caer, volverá a nuestra mano, volverá a caer y así hasta que lo paremos nosotros o el rozamiento del aire. Sin embargo, si fabricamos un péndulo doble, es decir le quitamos el pesado disco y en su lugar enganchamos otra barra, que también se mueve como la primera, y ponemos el pesado disco al final de esa segunda barra, los resultados ahora son impredecibles. La trayectoria de un péndulo doble es completamente caótica. Es la base de la llamada Teoría del caos, el clásico cliché de la mariposa y el huracán.

Representación de un modelo de predicción del comportamiento del océano. De la toma de datos, la interpretación, y la predicción. Fuente: MEDCLIC.
Representación de un modelo de predicción del comportamiento del océano. De la toma de datos, la interpretación, y la predicción. Fuente: MEDCLIC.

La única forma de hacer predicciones sobre un sistema caótico se encuentra en el cálculo de probabilidades. Pensar qué probabilidades hay de que la primera barra se mueva hacia un lado, habiendo sido arrastrada por la segunda, mientras esa segunda ha cogido su inercia del primer movimiento que hizo la primera… Y esto es solo con dos elementos en un sistema. Imagínese con tres, cuatro, o cientos de miles como en la meteorología. Bueno, tal vez no son cientos de miles… pero muchísimos en todo caso. La presión atmosférica afecta a la temperatura, que afecta a la lluvia, que afecta al viento, que afecta la composición del aire, que afecta a la recepción de los rayos del sol, que afecta a… ¿Ven a qué me refiero?
De todo esto se dio cuenta, a principios del siglo XX, el físico germano-noruego Vilhelm Bjerknes, conocido como el padre de la meteorología moderna. Fue él quien dijo que, para poder predecir el tiempo, hay que echar mano de las leyes físicas por un lado, y del cálculo matemático por el otro. Gracias a su conjetura, y a modelos de computación y de medición muy precisos y exactos, podemos prevenir los estragos de las DANAS, las heladas o los huracanes.

Pero no se puede calcular el tiempo que va hacer a partir de los tres días. Y francamente, todo el mundo se queja siempre de que en el parte meteorológico no dan una. Por eso en La Punta del Hidalgo miden cómo sube la bruma por la cordillera junto al Roque de Los Dos Hermanos. Por eso los montoncitos de sal, el dolor de huesos, o la aureola de la Luna siguen siendo un tema de conversación entre las gentes de pueblo. Por eso las Cabañuelas no morirán jamás.

Bibliografía

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